Natalia Colina, artista mexicana formada en Madrid, está interesada en las narrativas monstruosas. Su trabajo funciona como una especie de costura entre historias que no están destinadas a cruzarse. Entre sesiones ASMR que inducen una relajación grotesca, viajes tecnochámanicos de renacimiento y personajes pop descompuestos, crea su propia visión perversa respecto a temas como la sexualidad, la cultura pop digital y el trauma. Su trabajo abarca diversos lenguajes, incluyendo el audiovisual, la instalación, la escultura, el texto y la performance, siempre con una intención de experimentación material y metodológica. Natalia ha colaborado en el colectivo SinFin y Compañer_s presentando un proyecto en Documenta Fifteen y la galería Nieves Fernández. Ha sido premiada por el Festival Internacional de Artes en Madrid WE:NOW y ha mostrado su trabajo en el Círculo de Bellas Artes, el Festival de Arte y Cine Contrasexual, y galerías como i23 y Cruce.