Karmen Ameller es una artista madrileña cuyo trabajo explora la mutación, lo híbrido y lo que pasa de pequeño a grande o viceversa. Estudió Bellas Artes en la Escuela Universitaria de Artes TAI, donde desarrolló plenamente su identidad visual y material. Participó en la Documenta 15 de Kassel como integrante de un colectivo formado junto a otras compañeras para desarrollar el proyecto “Sinfín Lingual”. Este proyecto hizo que empezase en el mundo de la cerámica donde, más tarde, siguió explorando en la Escuela de Cerámica la Moncloa. Su labor artística se centra en la creación de situaciones de cerámica que reflexionan sobre las compañías y complicidades de nuestro entorno. Se trata de un proceso de rastreo y recolecta de la memoria compartida con la intención de desembrujar, curar y reencantar. Mediante la acumulación y el juego, se establecen conexiones visuales y materiales encarnadas en personajes híbridos de identidad nómada. Estos personajes atraviesan constantes mudas, en las que las pieles se renuevan dejando su cuerpo escindido en dos: la nueva y la antigua. La nueva es visible, mientras que la antigua permanece oculta, como una escama olvidada que aún ha caído. Esta escama, muchas veces, se materializa en pequeñas pantallas ocultas dentro de las piezas, rindiendo tributo a la memoria y recuerdos.