GESTARESCALA

Jueves 25 de septiembre de 2025 | 19:00h
Resto de días Lunes a Viernes de 11:00 a 14:00h y de 17:: a 19:00h
Fin 09 de octubre de 2025

José Díaz, Luis Vassallo, Silvia Cuenca, Julián Cruz, Pascal Michelet, Lucía Alberola, Malú Bianchi, Oswaldo Castillo, Pamela Yunes y Emilio Vázquez.

Aunque no se trata de una de las obras de ciencia-ficción más representativas de Philip K. Dick, Gestarescala (Galactic Pot-healer, 1969) es una novela de formación que aborda el peso que los deseos reprimidos, el inconsciente colectivo y la imaginación tienen en la conformación de nuestra personalidad.

El libro tiene como protagonista a Joe Fernwright, un reparador de vasijas y objetos cerámicos que se ve arrastrado a una vida mecanizada, abúlica, sin motivaciones, en una Tierra totalmente burocratizada y esclerótica. Fernwright es consciente de que su tiempo transcurre entre la desidia y un sentido de la fatalidad, como si nada pudiera cambiar, como si ninguno de sus anhelos más íntimos mereciera llevarse a cabo. Pero emprende un viaje por la galaxia, y es en este giro cuando la entidad Glimmung, que vive en el Planeta del Labrador, entra en contacto con él para que lo ayude a restaurar Gestarescala, una catedral sumergida en el mar.

A partir de este momento, la concepción que Fernwright tiene de sí mismo se transforma. La plasticidad se manifiesta en él cuando toma conciencia de que su forma fija, su rol pasivo, puede mutar en una agencia activa, permeable y creativa que ya no se limita a reparar, sino a conformar piezas nuevas y, sobre todo, imprevistas.

Glimmung, en cambio, es una entidad que resulta tan amistosa y estimulante como autoritaria; tan benévola como embaucadora; pero si no fuera porque es capaz de proyectar en Fernwright una visión de confianza, su pupilo no aprendería a través del error, la intuición y la propia incertidumbre. Finalmente, es el propio Fernwright el que acaba modelando a Glimmung, haciendo que su relación sea simbiótica, dialéctica, especular: que uno se vea en el otro acaba siendo inevitable.

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Para esta exposición en la que convergemos profesores, alumnas y alumni de TAI nos resultaba imposible no acudir a los paralelismos entre Fernwright y Glimmung, entre discentes y docentes, entre catedrales y vasijas que aquí tienen la forma de espacios galerísticos y obras de pintura. Y, aunque en realidad la plasticidad es un rasgo de nuestros órganos así como de la mayor parte de la materia que nos rodea, creíamos que poner de relieve el papel de la pintura para hablar del reflejo entre unos y otros resultaba tan coherente como sincero.

A menudo se olvida que el proceso de aprendizaje y adaptación no es vertical, sino circular, y que lo unos aplican a través de las pautas de otros conforma una extraña catedral que llamamos experiencia compartida.

Artistas que participan